Esta vez he tardado menos en volver a publicar una receta, os traigo un Cheesecake de Galletas Oreo que está delicioso. Una de las cosas destacables de esta receta, además de su delicioso sabor es que no tenemos que encender el horno! Es una receta bastante sencilla que debe prepararse con antelación pero una vez que la hagáis volveréis a repetirla una y otra vez. Y conste que quien escribe hace un tiempo juraba que no caería en el embrujo de las galletas oreo… y ahora pienso que no le deseo el mal a nadie… pero a las personas que me han hecho algo malo… les deseo con todas mis fuerzas que se compren un paquete de galletas oreo y les salgan sin cremita… 🙂
Ingredientes
Para la base
- 200 gramos de galletas María
- 80 gramos de mantequilla
- 100 gramos de chocolate negro para fundir
- 100 ml. de nata
Para el Cheesecake
- 4 hojas de gelatina neutra
- 80 ml. de nata caliente
- 450 gramos de queso Philadelphia
- 130 gramos de azúcar blanquilla
- Una pizca de sal
- 1 cucharada de zumo de limón
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 560 ml. de nata montada
- 30 gramos de azúcar glas
- 200 gramos de galletas Oreo desmenuzadas
Para decorar
- 100 gramos de chocolate negro para fundir
- 100 ml. de nata
- 100 gramos de galletas Oreo
Y ahora sí, manos a la obra…
Comenzaremos por preparar un molde desmontable de 26 cm. Cubriremos los bordes con papel de horno y reservamos.
He de deciros que me moría de ganas por preparar una base diferente, así que en lugar de utilizar galletas oreo también en la base, me decidí a utilizar galletas maría para después cubrirlas con una ganache de chocolate. (Si lo preferís podéis utilizar galletas oreo también en la base, queda deliciosa!)
Lo primero que haremos será triturar las galletas maría hasta obtener la textura de polvo. Fundimos la mantequilla en el microondas y añadimos a las galletas. Trituramos nuevamente hasta que la mantequilla se haya integrado completamente con las galletas.
Cubrimos el molde que tenemos reservado con la base de galletas y nivelamos ayudándonos ya sea con una cuchara o con las manos. Reservamos en la nevera.
Procedemos a preparar la ganache de chocolate, simplemente calentamos los 80 ml. de nata, troceamos el chocolate y lo incorporamos a la nata caliente, dejamos reposar durante dos minutos y removemos hasta que se hallan incorporado ambos ingredientes. Sacamos el molde de la nevera y vertemos nuestra ganache sobre la base de galletas. Colocamos nuevamente en la nevera y dejamos reposar durante media hora aproximadamente.
Para hacer el cheesecake pondremos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría. Cuando la gelatina esté blanda las escurriremos y añadiremos a la nata caliente, removemos hasta que la gelatina se integre con la nata y dejamos enfriar a temperatura ambiente pero sin dejar que llegue a cuajar. Reservamos.
Procedemos a montar la nata junto con los 30 gramos de azúcar glas y reservamos.
En el bol de la batidora colocaremos el queso, junto con el azúcar, la sal, la vainilla, y el zumo de limón. Batimos hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Añadimos la mezcla de nata y gelatina. Bajamos de la batidora y procedemos a mezclar de forma manual la nata que tenemos reservada junto con la mezcla de queso, siempre de forma envolvente.
Una vez tenemos incorporado el queso y la nata, añadiremos nuestras galletas oreo desmenuzadas (si queréis podéis triturarlas.)
Mezclamos con cuidado y vertemos esta preparación en el molde que tenemos en la nevera. Refrigeramos durante al menos 8 horas antes de decorar y servir.
Para la decoración
Procedemos a preparar una nueva ganache de chocolate. Cortamos el chocolate para fundir en trozos pequeños. Colocamos la nata en un cazo y llevamos al fuego. Cuando la nata esté caliente, retiramos del fuego e incorporamos el chocolate. Dejamos reposar durante dos minutos y removemos hasta que ambos ingredientes se incorporen. Dejamos reposar unos minutos y procedemos a colocar unas 3 cucharadas sobre nuestra tarta de queso, dejando una capa lo más lisa y fina posible.
Colocamos nuevamente en la nevera hasta que la ganache haya formado una fina película. El resto de la ganache la colocaremos en una manga pastelera con una boquilla rizada. Antes de servir procederemos a desmoldar con mucho cuidado, alisando los bordes con una espátula en caso de ser necesario. Colocamos la tarta en el plato y decoramos con ayuda de la manga, haciendo pequeños rizos que luego coronaremos con galletas Oreo.
Espero que os guste tanto como a nosotros, es un Cheesecake diferente con el que podréis sorprender a vuestra familia y amigos.
Ligia que delicioso se ve!!! Voy a tener que hacerlo pronto, se me antojo muchísimo!!!!
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Hola Mercedes!!! Seré 100% sincera contigo y no se lo cuentes a nadie… Este cheesecake es completamente adictivo… comienzas a comer y no puedes parar, en este momento está entre mis 10 recetas favoritas, es deliciosa, no dejes de probarla, te encantará! Un beso!!!!
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