Feliz Día de San Valentín

Llevo toda la semana viendo cosas realmente preciosas y apetitosas en la red, relacionadas con San Valentín, y aunque personalmente no suelo celebrarlo, porque para mí el día de los enamorados son todos los días y espero que me lo demuestren cada día del año… Si; y soy afortunada porque cada día mi marido lo hace con sus detalles y su forma de ser… pues resulta que no pude evitar hacer estas galletas… son muy bonitas!!! Y a mí me gustan mucho las cosas bonitas (y ricas por supuesto). Así que no esperéis a que sea San Valentín para hacerlas, podéis hacerlas cualquier día, para cualquier persona, lo importante es decir te quiero siempre, a las personas que queremos ¿no?

Ingredientes

•  250 gr. mantequilla de buena calidad a temperatura ambiente
• 100 gr. de azúcar glas
• 1 huevo, pequeño a temperatura ambiente (40-50 g)
• 5 gr. de sal
• 400 gr. de harina de repostería
• 1 cucharadita de vainilla (yo he utilizado vainilla de Madagascar en pasta)
• colorante alimentario en gel: rojo, rosa, amarillo, verde, azul y morado
• non pareils o sprinkles para decorar (siiii las bolitas esas pequeñitas y de colores se llaman así!)

Procedimiento

Comenzaremos por batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. Añadiremos la cucharadita de vainilla, seguimos batiendo y añadimos la sal junto con el  huevo y mezclamos bien. Por último añadimos la harina, y mezclamos hasta integrar.

Dividimos la masa en tres partes. Reservamos una en papel film, y las otras dos las dividimos en tres partes cada una (para obtener un total de 6, mirad que tengan más o menos el mismo tamaño). A cada una de estas porciones le añadimos una puntita de colorante. La idea inicial era teñirlas como los colores del arcoíris pero cuando fui a revisar mi alacena de colorantes me enteré que faltaba el naranja, así que sustituí por rosa y pa’lante que no tenía tiempo de salir a buscarlo… En este punto, si la masa está pegajosa, dejamos media hora en el frigorífico, tapada con papel film o en una bolsa de plástico. Si no, seguimos adelante con la receta.

Estiramos cada una de las porciones de color entre dos porciones de papel de hornear, formando un rectángulo. Vamos apilando las capas de color, pegándolas entre sí con clara de huevo, y las dejamos en el congelador. Mi cortador de galleta con forma de corazón era enorme así que le pedí a mi media naranja que me fabricase uno en el acto y me hizo uno en forma de corazón que mide 3,6 cm., así es que cada una de las 6 capas las estiré con un grosor de 0,6 cm. La idea es que cuando cortemos, el cortador abarque todas las capas de color, por eso es necesario medir. 

Pasada una hora, sacamos la masa de color del congelador, y con un cuchillo la cortamos en lonchas de un grosor ligeramente inferior al de nuestro cortador. Con el cortador de galletas vamos cortando corazones, tratando de aprovechar al máximo la masa. Pegamos los corazones con clara de huevo formando una tira, y llevamos de nuevo al congelador otra hora.

Estiramos la masa blanca que habíamos reservado al principio entre dos papeles de hornear, formando un rectángulo que cubra completamente la tira de corazones. Sacamos la tira de corazones del congelador, y la cubrimos con la masa blanca para formar un rulo. Vamos girando la masa sobre papel de hornear con las manos para darle forma redondeada, y la volvemos a llevar al congelador durante una media hora.

Sacamos del congelador los rulos de galleta, con un pincel los embadurnamos de clara de huevo y los hacemos rodar sobre non pareils de colores, hasta cubrir su superficie. Volvemos a llevar al congelador otra media hora

Sacamos los rulos del congelador, y cortamos galletas de 1 cm de grosor aproximadamente. Mientras precalentamos el horno a 160º C volvemos a llevar las galletas al congelador. Disponemos las galletas sobre la bandeja de horno que habremos cubierto previamente con papel vegetal, introducimos la bandeja en el horno  y horneamos durante 15-20 minutos hasta que estén doraditas. Dejamos enfriar sobre una rejilla y listas para degustar. Si vais a guardarlas os recomiendo que lo hagáis en un recipiente hermético.

Y recordad… Un gesto, una palabra, una sonrisa, una mirada… no cuestan nada y alegran el corazón de las personas que amamos… Porque todos los días sean San Valentín!!!

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Espero que os gusten!!!